martes, 19 de agosto de 2014

Supongo

-       ¿Y ahora qué?
-       ¿Qué quieres decir?
-       ¿Qué piensas hacer?
-       Vivir. Creo que es una buena opción. Seguir adelante.
-       ¿Estás bien?
-       Claramente no.
-       Tienes que ser fuerte.
-       Jamás pude ser tan fuerte como tú.
-     Ahora tienes que serlo. Tienes que levantarte y seguir adelante. ¿Qué? ¿El puede arruinar tu vida? Jamás pensé que serías tan débil.
-       Siempre he sido débil cariño mío, solo que tu no te dabas cuenta. Siempre mostré mi fortaleza, porque de otra forma era vulnerable ante los demás. Pero ya no aguanto más. No puedo seguir con esto.
-       Puedes.
-       No puedo.
-       Supongo que ahora te costará el triple levantarte.
-       Supones mal. Ahora no pienso levantarme. No tengo ganas de seguir luchando. Jugué y perdí. Tan simple como eso.
-       ¿Te vas a dar por vencida así de rápido?
-       No hay nada más que hacer.
-       Conmigo no fue así.

-       Y mira como terminamos.

sábado, 12 de enero de 2013

¿Que sucede?

- ¿Que sucede?
- Me siento una idiota
- ¿Por que lo piensas?
- He llorado demasiado
- ¿Por mi?
- ¿Podrías terminar lo egocéntrico?
- ¿Entonces no es por mi?
- Claro que no.
- No se merece tus lágrimas.
- Nunca fui suficiente para el.
- El problema es que nunca te has querido.
- El problema es que nunca me han querido.
- Esta discusión es infructuosa.
- Casi todo es así contigo.

********************

- ¿Que es lo que te pasa?
- Ya te lo dije, me voy.
- ¿Y para qué? A donde vayas seguirás atormentándote con tus ridículos recuerdos.
- Es probable. Pero ya no te veré.
- ¿Tan malo soy?
- Eres muy directo.
- Eres muy poco apegada a la realidad
- Quizás ese fue siempre el problema. Somos muy distintos
- No te vayas.

*******************

- Cada día que pasa me doy cuenta de que lo eres todo para mi. Si sigo asi nunca vanzaré, y siempre me atormentaré con preguntas innecesarias que además no tienen respuesta, quisiera que hubiese sido de otro modo. Pero de todas formas nunca estas aquí.
- ¿Dijiste algo?
- Es increíble la poca comunicación que existe entre los dos.
- Más increíble es que a pesar de eso yo pueda leerlo todo en tu rostro.
- Eso es deprimente.
- Depende de donde lo mires.
- Depende de que es lo que lees.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Adiós.

- No sé porque sigo hablando contigo.
- Es algo inevitable.
- Creo que estamos demasiado cerca.
- Es algo que ni tu ni yo podemos cambiar.

*********************************
- Listo.
- ¿No prefieres pensarlo? Aunque sea un poco.
- No. Ya esta decidido.
- Por favor no te vayas.
- ¿Y para que quieres que me quede?
- Pase lo que pase nunca me escucharás.
- ¿Alguna vez me escuchaste tu a mi?
- Siempre tan melodramática.
- Por eso es mejor que me vaya.
- ¿Y que... voy a hacer sin ti? ¿Con quien hablaré de ahora en adelante?
- ¿Que? Por favor... Siempre has estado sin mi, nunca hablamos en realidad, nunca salimos, nunca te voy a buscar o tu me vas a buscar, no puedo ser una persona que esta siempre ahí, ya me cansé de ser un plan de emergencia.
- Deja de decir estupideces.
- Deja que me vaya.

domingo, 24 de junio de 2012

Lo que pasa.

- ¿Y te vas a dar por vencida de nuevo?
- Si. Déjame sola. Ya me cansé
- Siempre es lo mismo contigo.
- ¿Y que mierda quieres que haga?
- ¡Que te arriesgues! No estaría nada de malo.
- ¿Para terminar como terminó contigo?
- No tiene porque ser así
- ¿Y si lo es?
- Ándate a la chucha con tu pesimismo.
- Siempre, eres tan amoroso.
- Contigo no se puede hablar.
- Contigo solo se puede discutir.
- No empecemos por favor.
- No empieces algo que no puedas terminar.


*************


- Lo que pasa es que soy muy impulsiva, lo que pasa es que no se autocontrolarme, lo que pasa es que me aferro mucho a las cosas, lo que pasa es que ya no quiero tener miedo.
- Lo que pasa es que eres una idiota que vive solo de recuerdos.
- Los recuerdos son los que me mantienen en pie.
- Vivir de recuerdos no te va a ayudar
- Vivir arrepintiéndome tampoco.
- Yo nunca me arrepentí.
- Creo que eso es lo que mas me duele.

*************
- Tengo miedo.
- ¿De que?
- De perder todo una vez mas. De que mis esfuerzos sean en vano. De que mis pasos no dejen una huella. De mirar hacia atrás y no estar orgullosa de lo que he hecho.
- Entonces hay que empezar a cambiar algunas cosas.
- La última vez que cambiamos algo, a ambos nos fue mal.
- Entonces es el momento de hacer las cosas bien.
- ¿Crees que algún día las cosas podrían ser como antes?
- Si ya no son así hay una razón para ello.
- Quizás nunca debieron terminar de ser.
- Tal vez nunca debieron ser.
- Lo que pasa es que nunca te quisiste arriesgar.
- Lo que pasa es que siempre pensé en las consecuencias 
- Lo que en realidad pasa es que nunca te animaste a vivir el ahora.

domingo, 8 de abril de 2012

Yo tambien.

- ¿Que te pasa?
- Nada.
- Nada contigo siempre es algo.
- Entonces, nada que te importe.
- ¿Vas a empezar de nuevo?
- ¿Para que empezar si se va a acabar?
- No tiene porque ser así.
- Contigo siempre es así.

**********
- ¿Me vas a decir que te pasa?
- Nada, no es nada nuevo en verdad.
- ¿Y que puedo hacer?
- Dejar de huir para variar y quedarte a mi lado.
- Eso intento, pero tu me alejas.
- ¿Cuando va a ser el día en que dejes de culpar a los demás por lo que tu haces? ¿Cuando vas a darte cuenta de lo ineluctable que son estas conversaciones? ¿De que no siempre se puede huir?
- Quisiera preguntarte lo mismo a ti.
- Yo no abandone todo por cobardía.
- ¿Entonces por que fue?
- Tu no estabas aquí.

**********
- ¿Vamos a seguir como dos perros rabiosos tirándonos mierda o nos vamos a comportar como dos personas sensatas?
- Por fin escucho algo cuerdo de tus labios.
- ¿Aún me quieres?
- Si no te quisiera no te hablaría.
- A veces puedes ser tan irónica.
- A veces puedes ser tan estúpido.
- A veces se te olvida que eres una señorita.
- No te preocupes, todos los meses viene una amiga a recordármelo.
- ¿Tienes que ser tan explicita?
- Pensé que nos teníamos confianza.
- Yo también.

**********
- Antes eras tan amable, tan tierna. Si no me hubiese ido nada habría pasado. Esta frialdad que te envuelve jamás habría aparecido. Ahora revoloteas por ahí buscando algo que quiero pero no sé si podré darte. Esa confianza que tanto necesitas. No sé si seré capaz.
- ¿Decías algo?
- ¡Ese es nuestro problema!
- ¿Cual mi vida? ¿El hecho de que nunca entendamos lo que dice el otro? Bueno, entre murmullos dudo que yo te entienda. Y con mis susurro dudo mucho que tu escuches una palabra de lo que yo digo. Quizás no quieres que te escuche pero quieres que sepa lo que dices.
- Quizás.

viernes, 27 de enero de 2012

Can we talk ?

- ¿Hasta cuando voy a seguir así? ¿Hasta cuando voy a seguir llorando? Estoy harta de esto, ni siquiera le importa en realidad si estoy bien o estoy mal. No, mentira. Si le importa. Lo malo es que no lo demuestra. ¿En que minuto pasó esto?
- ¡Déjate de hablar sola!
- ¡Pero es que tu no estás aqui!
- Bueno ya llegué.
- Deja de criticarme cuando me ves.
- Deja de auto compadecerte... ¿En que estabas pensando?
- Nada importante al parecer.

**********

- ¿Vas a hablar?
- Ahora sí.
- ¿Como llegamos a esto? ¿En que momento te volviste tan dependiente de mis palabras? ¿En que momento dejaste de ser la persona a la cual no le importaba lo que yo pensaba?
- Que nunca lo dijera no significa que no me importara.
- Deja de ser tan cortante por favor.
- Esto es lo que tu provocas.
- ¡Por la chucha, habla!
- ¿Cuando te volviste tan frío? ¿Cuando fue la última vez que me abrazaste? Quiero volver a bailar. El hecho de que en el pasado supiera de que... que te tenía a mi lado, no quería decir que no existiera la necesidad de expresarlo.
- ¡Para de ser tan melancólica! Te volviste nerviosa, ansiosa, deprimida.
- Si hubieras estado aquí quizás esto nunca habría pasado.
- No me saques eso en cara ahora.
- Si no es ahora cuando.

**********

- El viento sopla fuerte, revuelve mi cabello y me invade la nostalgia, siento deseos de huir, escapar lejos de aquí. Eso es. Quiero salir de aquí.
- Disculpa ¿Que dijiste?
- Quiero irme.
- ¿Adonde si se puede saber?
- Lejos.
- ¿Que es lejos para ti?
- Un lugar donde pueda respirar tranquila.
- ¿Que tienes ahora?
- Nada, son solo mis ojos que no pueden contenerse aunque estés tu presente.
- Por favor no hagas eso, es deplorable.
- ¿Ahora no puedo llorar?
- No, no quiero verte así, no lo soporto.
- Me importa un pico si no lo soportas. Ya lo dije, creo que tienes miedo, miedo a que todo siga cambiando, a que ya no esté mas para soportar tus idioteces y tus malos ratos, tus caras, tu frialdad, tu maldita distancia, tienes miedo a que nadie más pueda aguantar eso.
- Es cierto.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Efectos del Sol.

Quizás no era lo mejor. Podría irme... claro... si tuviese donde llegar and money to pay, but I think that it wouldn't be, al menos por ahora. Tal vez este verano sea bueno para irme lejos por harto tiempo... pero no puedo abandonarlo, no ahora. ¿Por que todo tiene que ser tan complicado :C ? Quiero fotografiar, quiero leer, quiero bailar, quiero salir. ¿Es tan complicado de entender? ¿O de llevar a cabo?.

lunes, 19 de diciembre de 2011

19.Diciembre.2011

Sometimes I can be a perfect asshole. Soy una egocéntrica en el sentido de que siempre creo que la culpa es mía. Todo lo que sale mal (en donde esté yo) es mi falta, pero la verdad es que hace un tiempo que no lo sentía con tanta fuerza, o tal vez justo este sentimiento me pilló desprevenida. Quizás no he madurado lo suficiente y eso me desagrada... el solo hecho de que este escribiendo esto en un blog me hace pensar que soy una idiota. Lo siento. Por todo.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Just... I don't really know.

There's a lot of things that I can't say. I need someone here with me now. A veces pienso en mis impulsos y son realmente idiotas, pero quizás sea la mejor manera de ser sincera.

Cada día miraba por la ventana, con un libro reposando en su regazo, mil imagenes venian a su mente y era inevitable suspirar, es cierto no todo fue malo, pero los buenos instantes se cuentan con los dedos de la mano, mientras que para las malas experiencias no alcanza la memoria. Quizás no había sido una buena decisión quizás hubo algo que se pudo hacer antes.

En realidad es interesante como escuchando música todo lo malo se va de mi corazón. Y al bailar pareciera ser que no piso más la realidad. And yeah I don't really know why I'm writting this... maybe because... because... I got a lot of things in my head and I want to spit out and this is the only way to do it.

La lluvia siempre le recordaba a el, entonces fue cuando tiró el libro a la cama y salio corriendo hacia la calle ¿para que usar paraguas?. Caminando con sus audífonos siempre presentes se puso a recordar. Los saludos. Los abrazos. Las sonrisas. La alegría. Por algo estaban juntos. Una sonrisa irónica se asomó en su rostro ¿Como unos momentos tan hermosos se convirtieron en un moretón tan desagradable? Y aún hoy persiste ese miedo.

No importa que haga parece que nada va a cambiar en realidad y quizás sea mejor así... porque cresta soy tan dudosa! Hay tantas cosas que quisiera decir, pero dudo de la confianza... se ha roto tantas veces.

El dolor. Eso es lo que no puede olvidar. El dolor que tantas veces se presentó en su vida. Quizás sea que en realidad su temor es revivir ese dolor. Esa desagradable punzada en el corazón. Sigue caminando. Y los recuerdos revolotean en su mente, cada cosa cada detalle era importante. Esperar a que pasen los autos y cruzar. La cara de esa mujer junto a el. Una bocina.

Siempre he tenido problemas con las motos al cruzar la calle, no sé como reaccionar, lo sé es ridículo. Ayer me emocioné cuando mis papás llegaron de la feria navideña, mi papá venía super contento por algo que había comprado. Me había comprado algo de SHINee y por eso estaba feliz, por algo que ni si quiera era para el, sino que para mi. Es ese amor el que me enternece, y cada dia estoy más orgullosa de mis padres.

"¿!Por que nunca puedo cruzar las calles bien!?" pensó mientras caminaba "Deberia dejar de pensar estupideces y concentrarme en lo que estoy haciendo y... ¿A donde voy? no creo que este llegando a..." Si, es la plaza donde todo termino, donde el la dejo en medio de la lluvia y un gentío por donde escapar, de todas formas no era necesario porque ella estaba petrificada del solo hecho de lo que estaba pasando. ¿Ella cometió un error? ¿Fue el? eso no importaba, ya no estaban juntos y eso era lo único que sabía con certeza.

¿Por que tengo que ser así? ¿Por qué tengo tanto miedo? no quiero que se vaya... cansada de todo esto. Creo que después de todo no soy tan buena. Parece ser que en realidad otra vez todo se desmoronó. With all that things, secrets I have, opinions, everything I'm dying inside, I don't really know what to do I don't know who I can tell, ah fuck I don't know what's happening to me, it seems like everything that I built, collapsed.

A lo lejos lo ve, es el volviendo... No, es solo una ilusión que creó la lluvia, el nunca volverá, el nunca a estado allí, todas las promesas que hizo no eran de verdad. Para variar.

No voy a auto-compadecerme, no quiero escuchar consuelos de nadie, no quiero pensar que soy menos porque sé que... no no lo sé. Volví a dudar, después de tanto. Creo que debería volver a tener un diario, buscar el que tenía... pero quizás donde está. Creo que después de todo... no soy tan buena persona.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

[...]

Al final pareciera ser que ni si quiera para lo que podría ser buena soy la mejor.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Táctica y Estrategia

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos

no haya telón
ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites
Mario Benedetti

martes, 29 de noviembre de 2011

Let's going to talk again.

- ¿Que nos paso? siento que cada vez todo es más rápido. El tiempo se acaba y sigues divagando cono si no hubiera mañana, todos los días te despiertas y quedas desocupado, hay cosas que te duelen, pero demuestras no sentir nada, quizás eso me hace falta. Distraérme, ser más como tu.
- ¿Que haces?
- Nada productivo.
- Para variar.
- ¿Que te pasó?
- Bad news but it doesn't matter. Como siempre. ¿Por qué?
- No sé. Estos días hay algo raro en ti, tu cara no es la de antes, se ha arrugado ante el inevitable contacto con la realidad, la pena ha invadido tus labios, tu ojos irradian, pero no estoy segura de si es por felicidad o por lágrimas reprimidas, el mañana te es incierto por primera vez, creo que tienes miedo.
- ¿Miedo? Por favor eso es algo tuyo.
- Algo de lo que te pudiste contagiar.
- Tu eres la dudosa aquí, no yo.
- Para de ser tan perfecto cariño, o por lo menos creerte que lo eres.
- ¿No te gustaría ser perfecta?
- No, si fuera perfecta entonces ¿Donde se iría la emoción de tener la vida por delante? ¿El pánico que te invade ante la posibilidad de equivocarte?
- Jamás sentí algo semejante.
- Presumido. You're so bored my darling.

Lapsus.

And in that moment I knew that you would never be with me. I think it's okay. You deserve something better.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Dia de Exámen

Los Jordan no mencionaron el examen hasta que su hijo, Dickie, cumplio los doce años. Ese día su madre mencionó el asunto en su presencia por primera vez, y la preocupación con la que lo dijo provocó una brusca reacción de su marido.

-Déjalo en paz- le pidió-. Seguro que el muchacho lo hará bien.

Estaban desayunando, y Dickie levantó la vista del plato, intrigado. Era un niño muy movido, de ojos vivos y pelo rubio liso.

No comprendía el porqué de aquella súbita tensión, pero si sabía que era su cumpleaños y ante todo deseaba paz. En algún rincón del pequeño piso aguardaban unos paquetes primorosamente envueltos y en le horno de la diminuta cocina empotrada contra la pared, algo dulce y caliente humeaba en su honor.

El quería que fuera un día feliz y los ojos húmedos de su madre y el gesto hosco de su padre estaban arruinando la gozosa expectación con la que se había levantado por la mañana.

- ¿Qué examen? - quiso saber.

Su madre bajó la vista hacia el mantel.

- Una especie de test de inteligencia que el Gobierno obliga hacer a los niños cuando cumplen 12 años . Te toca la semana que viene. Pero no te preocupes.

- ¿Es un examen como los del colegio?

- Parecido- respondió su padre, levantándose de la mesa -. Ve a distraerte con los cómics, hijo.

Dickie se levantó y fue hacía su rincón particular desde siempre en la sala de estar. Hojeó el primer cómic de la pila, pero las vistosas viñetas repletas de acción no parecían despertar su interés. Entonces fue hacia la ventana y escudriñó con semblante triste a través del cristal empañado.

- ¿Por qué tiene que llover hoy y no mañana? - se lamentó.

Su padre, que se había arrellanado en una butaca con el periódico oficial, sacudió sonoramente las hojas, irritado.

- Pues porque sí. La lluvia hace crecer la hierba.

- ¿Por qué papá?

- Porque si, te lo acabo de decir.

Dickie arrugó la frente.

- ¿Y por qué es verde? La hierba quiero decir.

- Nadie lo sabe - respondió su padre, lamentando enseguida su tono bruso.

Horas más tarde llegó el momento de celebrar su cumpleaños. Su madre le entregó los vistosos paquetes con semblantes alegre y su padre incluso acertó esbozar una sonrisa y revolverle cariñosamente el pelo.

Dickie dio un beso a su madre y estrechó la mano de su padre con formalidad. Luego trajeron la tarta de cumpleaños y la celebración se dio por concluida.

Una hora más tarde, Dickie estaba sentado junto a la ventana, observando cómo el sol se abría paso entre la nubes.

- Papá - preguntó-, ¿a que distancia está el Sol?

- A 8 mil kilómetros- respondió su padre.

Dick se sentó en la mesa del desayuno y de nuevo vio que su madre tenía ojos llorosos. No asoció sus lágrimas con el examen hasta que su padre sacó a relucir el tema.

- Bueno, Dickie -anunció arrugando el entrecejo con expresión seria - hoy tienes una cita.

- Lo sé, papa. Espero que…

- No hay nada que temer. Este examen lo hacen miles de niños al año. Sólo quieren comprobar tu inteligencia. Eso es todo.

- En el colegio saco buenas notas - dijo Dickie timidamente.

- Esto es distinto. Es un examen… especial. Te dan algo de beber y luego pasas a una sala donde hay una especie de máquina…

- ¿Qué te dan de beber? - quiso saber Dickie.

- Nada, una cosa que sabe a menta. Es sólo para asegurarse de que respondes con sinceridad. No es que el Gobierno piense que vas a mentir, pero así se aseguran.

El rostro de Dickie reflejó su extrañeza, y también cierto temor. Miró hacia su madre y ésta compuso el semblante, esbozando una sonrisa.

- Todo irá bien - dijo ella.

- Pues claro que irá bien - convino el padre -. Eres un buen chico, Dickie lo harás bien. Cuando volvamos a casa lo celebraremos. ¿De acuerdo?.

- De acuerdo - contestó Dickie.

Entraron en en Departamento Gubernamental de Enseñanza quince minutos antes de la hora prevista. Cruzaron el suelo de mármol de un gran vestíbulo sostenido por columnas, pasaron bajo una arcada y entraron en un ascensor que los llevó a la cuarta planta.

Frente a la habitación 404 había un joven vestido con una chaqueta de paisano, sentado a un reluciente escritorio. En la mano sostenía un sujetapapeles; buscó la “J” en la relación de nombres e hizo pasar a los Jordan.

La estancia era tan fría e impersonal como una sala de tribunal de justicia, con unas mesas metálicas flanqueadas por largos bancos. Ya habían llegado otros padres con sus hijos y una mujer morena, de labios finos y pelo muy corto, repartía unas hojas.

El señor Jordan rellenó el formulario y se lo devolvió a la funcionaria. Luego se dirigió a Dickie.

- Ya falta poco. Cuando te llamen, pasa por esa puerta del fondo y ya está - dijo señalando con el dedo.

Un altavoz oculto crepitó y anunció el primer nombre. Dickie observó como el niño dejaba a su padre a regañadientes y se dirigía lentamente a hacia la puerta.

A las once menos cinco llamaron a Jordan.

- Buena suerte, hijo - dijo su padre sin mirarle -. Te pasaré a buscar cuando termine el examen.

Dickie se encaminó hacia la puerta y giró el pomo. La habitación a la que accedió estaba en penumbra y apenas pudo distinguir la cara del funcionario de la chaqueta gris que lo recibió.

- Siéntate - dijo el hombre en voz baja, indicándole un taburete alto -. ¿Te llamas Richard Jordan?

-Sí, señor.

- Tu número de registro es el 600-115. Bebe esto, Richard.

El funcionario cojió un vaso de plástico de la mesa y se lo tendió al niño. El líquido tenía una consistencia como de nata y sólo sabía ligeramente a menta. Dickie se lo bebió de un trago y devolvió el vaso vacío al funcionario.

Aguardó sentado en silencio, medio mareado, mientras el funcionario se afanaba tomando notas en una hoja de papel. El hombre consultó entonces su reloj, se puso en pie y se colocó a escasos centímetros de la cara de Dickie.

Desenganchó un objeto que parecía un bolígrafo de la chaqueta y enfocó con una minúscula linterna los ojos de Dickie.

- Bien - observó. - Ven Conmigo Richard.

Condujo a Dickie al otro extremo de la estancia y le indicó que tomara asiento en una solitaria butaca de madera instalada frente a un panel de control repleto de mandos. En el brazo izquierdo del asiento había instalado un micrófono que quedaba justamente a la altura de la boca.

- Ahora relájate, Richard. Se te van a hacer uunas preguntas; piensa con atención y luego responde por el micrófono. La máquina se encargará de los demás.

- Sí, señor.

El funcioanrio le dio un apretón en el hombro y abandonó la sala.

- Preparado -dijo Dickie.

En el ordenador aparecieron unas luces y se oyó el zumbido de un mecanismo. Una voz dijo:

- Termine esta secuencia: Uno, cuatro, siete, diez…

***********************************************************************************

El señor y la señora Jordan aguardaban en silencio en la sala de estar de su casa, sin hacer suposiciones siquiera.

Eran casi las cuatro cuando sonó el teléfono. La señora Jordan se precipitó a cogerlo, pero su marido se adelantó.

- ¿Señor Jordan?

Era una voz seca, una voz de funcionario, expeditiva.

- Sí, dígame.

- Le llamo del Departamento Gubernamental de Ensenanza. Su, hijo, Richard M. Jordan, número de registro 600-115, ha terminado el examen. Lamentamos anunciarle que su coeficiente intelectual supera las normas estipuladas por el Gobierno de acuerdo con la Ley número 84, sección 5, del nuevo Código Jurídico.

La señora Jordan se echó a llorar en cuanto vio el demudado semblante de su marido

- Se les permite especificar por vía telefónica - continuó el funcionario con voz monótona - si desean que sea el Gobierno quien se encargue del entierro del cadáver o si prefieren darle sepultura en un cementerio privado. La tarifa del sepelio gubernamental es de diez dólares.

Henry Slesar

domingo, 13 de noviembre de 2011

I don't really know.

Es como si mi felicidad se hubiese esfumado.