domingo, 8 de abril de 2012

Yo tambien.

- ¿Que te pasa?
- Nada.
- Nada contigo siempre es algo.
- Entonces, nada que te importe.
- ¿Vas a empezar de nuevo?
- ¿Para que empezar si se va a acabar?
- No tiene porque ser así.
- Contigo siempre es así.

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- ¿Me vas a decir que te pasa?
- Nada, no es nada nuevo en verdad.
- ¿Y que puedo hacer?
- Dejar de huir para variar y quedarte a mi lado.
- Eso intento, pero tu me alejas.
- ¿Cuando va a ser el día en que dejes de culpar a los demás por lo que tu haces? ¿Cuando vas a darte cuenta de lo ineluctable que son estas conversaciones? ¿De que no siempre se puede huir?
- Quisiera preguntarte lo mismo a ti.
- Yo no abandone todo por cobardía.
- ¿Entonces por que fue?
- Tu no estabas aquí.

**********
- ¿Vamos a seguir como dos perros rabiosos tirándonos mierda o nos vamos a comportar como dos personas sensatas?
- Por fin escucho algo cuerdo de tus labios.
- ¿Aún me quieres?
- Si no te quisiera no te hablaría.
- A veces puedes ser tan irónica.
- A veces puedes ser tan estúpido.
- A veces se te olvida que eres una señorita.
- No te preocupes, todos los meses viene una amiga a recordármelo.
- ¿Tienes que ser tan explicita?
- Pensé que nos teníamos confianza.
- Yo también.

**********
- Antes eras tan amable, tan tierna. Si no me hubiese ido nada habría pasado. Esta frialdad que te envuelve jamás habría aparecido. Ahora revoloteas por ahí buscando algo que quiero pero no sé si podré darte. Esa confianza que tanto necesitas. No sé si seré capaz.
- ¿Decías algo?
- ¡Ese es nuestro problema!
- ¿Cual mi vida? ¿El hecho de que nunca entendamos lo que dice el otro? Bueno, entre murmullos dudo que yo te entienda. Y con mis susurro dudo mucho que tu escuches una palabra de lo que yo digo. Quizás no quieres que te escuche pero quieres que sepa lo que dices.
- Quizás.