y la desesperacion que me causa tu recuerdo.
Me siento tan extraña en mi propio camino,
tan extra en mi propia obra.
Tengo miedo de que tu alcoholizada mente
vuelva a llenar de mentiras mi realidad.
Y en un instante siento tu suspirar en mi nuca
pero es solo el viento mal intencionado.
Y en medio de mi andar siento la lluvia,
veo como las personas se esconden en sus paragüas,
como si le temieran a la realidad.
Y yo tan vulnerable.
Y ya no quiero sentir esta insistente melancolia.
Ya no quiero pensarte inutilmente presente.
No quiero sonreir hipocritamente
ni sentir agonizante mi esperanza.
Mi conciencia dice que eres parte del ayer
y que dudablemente formaras parte de mañana.
Esta libertad es tan encarcelaria,
y aun no se esfuma el indudable cariño hacia ti.
Me desespera el tiempo que pasa y yo aqui varada.
Tu rostro se asoma a cada momento.
Y tu recuerdo no me resulta repugnante.
Ya que la esperanza aun puede ser mi interminable huesped.
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